Creemos que una vez más los asesores de la Presidente de la Republica la han hecho meter la pata, al tomar la decisión de no asistir a la inauguración del Memorial al asesinado Senador Don Jaime Guzmán Errázuriz.
Una vez más nos demuestra la Mandatario que no está a la altura del cargo que le hemos encomendado, que no tiene capacidades de Estadista y que las odiosidades la ciegan más allá de la razón.
Se le olvida, quizás voluntariamente a la Gobernante, que ella es Presidente de todos los chilenos, que es por aquella función por la que los contribuyentes le pagamos un buen sueldo y garantizamos una cómoda vida.
Se pueden aducir las explicaciones más absurdas, como las que intentó dar el Ministro Francisco Vidal, que por cierto aprovecho la oportunidad de repartir una dosis extra del veneno al que nos tiene acostumbrado.
Pensamos que la de Bachelet, que sospechamos no ha sido capaz de olvidar su pasado terrorista, es una demostración palmaria de una mezquindad política que ya había demostrado al fallecimiento del General Pinochet.
Lo grave que encontramos a esta situación no es que la ciudadana Bachelet vaya o no, la gravedad la tiene en hecho que la Presidente pudo haber colaborado a borrar las heridas del pasado y ha decidido dejarlas supurar.
Sentimos que una vez más la Gobernante se farrea, de manera torpe y hasta cierto punto miserable, de haber producido la imprescindible Unidad Nacional que el país necesita para volver a la senda del desarrollo.
Jaime Guzmán Errázuriz fue un hombre respetable por sus valores, por su consecuencia, por sus especiadísimas cualidades humanas, por su preclara inteligencia, por su incansable actividad docente.
A Jaime Guzmán, con quien tuvimos muchas diferencias en la vida, se le deben todos los homenajes y respetos que se merecen aquellos que entregan su vida en defensa de la Patria y de su pueblo.
Jaime Guzmán no merece este desaire que le hacen quienes son los culpables de la destrucción del país, de la existencia de un Gobierno Militar y de la necesidad de una durísima reconstrucción.
Jaime Guzmán Errázuriz está presente donde hay un chileno con el corazón bien puesto, donde hay un soñador que quiere un país mejor y también donde se encuentran aquellos quijotes que luchan por las libertades y la justicia.
Tomado de : http://mariomontespapers.blogspot.com/
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